¿Debería Cesar el Evangelismo Durante la Pandemia?
Unos días atrás, escuché de una pastora que iba a comenzar una campaña evangelística y tuvo que cancelarla debido a las restricciones dadas como consecuencia de la pandemia. Ella peguntó: “¿Qué debo hacer?” La respuesta a esta pregunta no es fácil, porque esto es nuevo para todos nosotros. “Se suponía que comenzara una serie bíblica en Deltona, Florida, mañana. Tuvimos que cancelarla también, así que, ¿qué hago?” Esa pregunta la están haciendo muchos pastores y líderes de iglesia en Norte América, y alrededor del mundo. Aquí les doy algunas sugerencias que pueden ser útiles:
1. GRUPOS PEQUEÑOS EN LÍNEA
Los grupos pequeños están siendo usados para estudiar la Biblia, para estudiar tópicos de interés, para orar, y también como fuente de apoyo en estos tiempos de aislamiento. Los no cristianos están siendo receptivos a la invitación de sus amigos para pasar unos 30-60 minutos con ellos, y compartir en un ambiente más íntimo donde se desarrolla comunidad. Se habla sobre la esperanza, se fomenta el discipulado, y pueden tomarse decisiones de manera segura.
Considere multiplicar su iglesia en grupos pequeños, y desafíe a sus miembros a invitar sus amistades a estas comunidades virtuales seguras. Tenga siempre en mente que ese tiempo no es para hablar de miedo, sino de apoyo y esperanza. La plataforma de “Zoom” provee acceso en diferentes lugares de reunión, donde diferentes grupos pequeños pueden reunirse por separado y al mismo tiempo.
2. PROCLAMACIÓN EN LÍNEA
Hay pastores en toda nuestra división que están dando campañas evangelísticas en línea, usando la plataforma de Zoom, vinculada a Facebook. Ellos están pidiendo a los miembros de iglesia que inviten a sus amigos, proveyendo de esa manera un ambiente más familiar para predicar la palabra. Sin corbatas, sin trajes o micrófonos, sino una manera relajada de presentar el evangelio desde la sala o la mesa de la cocina, acompañada de una conversación amena, preguntas, y mucha interacción.
Algunos me han dicho que es más fácil hacer llamados en línea, que hacer llamados después de un sermón en el santuario. Hay personas que están tomando sus decisiones y respondiendo a los llamados con un emoji que levanta su mano, escribiendo “SÍ”, o contestando de manera privada al pastor en el chat.
Estos programas no necesitan ser largos. Un pastor local no necesita dar toda la predicación. Sus colegas pueden ser oradores invitados sin tener que viajar, simplemente haciendo un click en el enlace. De igual manera, usted puede devolverles el favor sin tener que abandonar la comodidad de su hogar.
3. SERVICIOS DE IGLESIA EN LÍNEA
Otros continúan haciendo de sus reuniones de oración y servicios de iglesia, un servicio evangelístico. ¿Qué hace que un servicio de iglesia sea un servicio evangelístico? Cuando ponemos nuestra atención sobre aquellos quienes aún no han aceptado a Jesús, usamos lenguaje comprensivo, tratamos a todos con amor, y hacemos un llamado para que las personas acepten a Jesús como su Salvador y se conviertan en parte de la familia de la iglesia.
Las personas quieren que oremos durante este período; están preocupadas. Invite a la iglesia y a la comunidad a un servicio de oración en línea, donde ellos puedan decir cuáles son sus peticiones y se ore. Siempre haga una invitación para aquellos que aún no han aceptado a Jesús y quieran ser parte de la familia de la iglesia.
4. ESTUDIO INDIVIDUALIZADO DE LA BIBLIA EN LÍNEA
Aunque los grupos pequeños tienden a ser más efectivos porque estás estudiando la Biblia en una comunidad donde recibes amor y apoyo, no todos se sienten cómodos asistiendo a un grupo pequeño virtual. Anime a algunos miembros de iglesia a dar estudios bíblicos individuales con algunos de sus amigos que estén interesados.
5. BAUTISMOS
¿Deberíamos evitar que la gente acepte a Jesús de manera pública, bautizándose y convirtiéndose en miembros de nuestra familia de iglesia por causa de la pandemia? Esta pregunta se ha hecho muchas veces en las últimas semanas. La respuesta es sencillamente NO. Las personas todavía necesitan aceptar a Jesús, ser bautizadas, y convertirse en parte de la familia de Dios; de la iglesia. ¿Pero, cómo?
Nuestros pastores están siendo creativos respecto a cómo ministran las necesidades de las personas en nuestras iglesias y comunidades.
Un pastor fue a la iglesia con una joven adulta, quien había decidido bautizarse, e hizo el bautismo individual en un bautisterio de una persona. A penas hubo contacto físico, el pastor oró, y la joven adulta se sumergió en el agua mientras los miembros de iglesia observaban vía Zoom.
Otro pastor visitó la casa de una joven quien había pedido ser bautizada, y fue bautizada en presencia de su familia, en la bañera de su casa mientras grababan ese momento tan especial para que toda la iglesia lo pudiera ver.
Escuché de otro pastor que incluso fue más creativo, y realizó un bautismo remoto desde su casa. Él oró mientras el candidato se sentó en la bañera de su casa, rodeado de su familia. Una vez que el pastor terminó de orar, diciendo “Como ministro del evangelio, te bautizo en el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo”, el candidato se inclinó hacia atrás y se sumergió en el agua con la ayuda de un miembro de familia en la presencia de otros familiares, incluyendo la iglesia, vía Zoom.
Nuestro equipo de la Asociación Ministerial del DNA ha discutido el bautismo en nuestras reuniones, y hemos determinado que nos gustaría desalentar las reuniones y visitas en estos momentos debido a la seriedad de la amenaza que representa la pandemia para las personas.
Nuestra mejor recomendación, a partir de hoy, es proceder con aquellos que están solicitando el bautismo de una manera similar a la que haríamos con aquellos que no pueden bautizarse físicamente. Nos gustaría recomendar que fuesen aceptados por profesión de fe. Ahora, una vez que la amenaza pase y se levanten las restricciones, podemos tener una gran fiesta bautismal y bautizar físicamente a todos los que han sido aceptados en la gran familia de la iglesia por profesión de fe.
Es mi oración que, como pastores, líderes de iglesia, y creyentes, podamos ser creativos, tolerantes, y amorosos los unos con los otros, a medida que aprendemos a ministrar durante estos tiempos desafiantes en que vivimos; de esa manera podremos alcanzar a otros.
El Pastor José Cortés, Jr. es Asistente Asociado de la Asociación Ministerial y dirige el área de Evangelismo, Plantación de Iglesias y Misión Global/Adventista para la División Norte Americana de la Iglesia Adventista del Séptimo Día.