¿Que Tienen la Compasión, la Navidad, y los Pioneros Adventistas en Común?

Sí, ya lo sé: Está claro que Jesús no nació el 25 de diciembre, pero eso no significa que los adventistas no podamos practicar la Compasión durante las fiestas navideñas. La Compasión tiene que ser un estilo de vida que esté presente cada hora y cada día de nuestra vida, lo que incluye las fiestas navideñas. La Compasión era una prioridad diaria para Cristo, aun durante las fiestas. No se lo conocía por ser alguien que se apartara de las festividades de sus días, sino que era famoso por hacer el bien durante esas ocasiones especiales, y en todo momento (lea Juan 5:1-15).

Una de nuestras queridas pioneras adventistas, también una de las fundadoras del Movimiento Adventista, aquí mismo en el territorio de la División Norteamericana, dijo algunas cosas sumamente interesantes sobre la Navidad. Elena White escribió:

“...Si consintiéramos menos en fiestas y diversiones en esas ocasiones, y en su lugar las convirtiéramos en el medio de beneficiar a la humanidad, podríamos encontrarnos mejor con la mente de Dios...” {RH, 11 de diciembre de 1879, pár. 6}

Eso es lo que hizo en 1878 durante una fría Navidad en Denison (Texas):

“Supongo que os interesará saber cómo pasamos la Navidad. El día anterior a la Navidad, fuimos a la ciudad, y estaba sumamente frío. Sufrí con el frío. No recuerdo que haya estado alguna vez mucho más frío en Míchigan. Pero la familia del hermano Moore estaba viviendo en una tienda, y estaban sumamente incómodos. Decidimos que no tenía qué vivir de esa manera, y comenzamos a producir un cambio. Los trasladamos durante varias noches a la vieja casa de la hermana Bahler, que era muy abierta pero mejor que una tienda. Dividimos nuestra ropa de cama con ellos para aliviar sus sufrimientos”.

“Entonces fuimos a la ciudad y les compramos harina, tanto blanca como integral, azúcar, algo de carne… Dejamos diez dólares para que los gastaran en ropa que los hiciera sentir más cómodos, y los muebles necesarios para que pudieran arreglárselas. Os contaré todo lo que desayunaron: un poco de maíz y un poco de grasa de vaca. Ni una silla; una cama de paja y sobre ella, una colcha. Los niños tenían una vieja alfombra y una sábana bajo ellos. La hermana Moore no tenía zapatos, ni ropas cómodas. Él no tenía pantalones dignos de ser mirados”.

En la mañana de Navidad, todos desayunamos juntos...” (14MR 318.1, 2, 3).

No se pase el período de las Fiestas luchando contra los que lo celebran, o tratando de que otros ni siquiera mencionen la palabra “Navidad”. Acaso a usted no le guste Papá Noel, pero Dios tampoco lo ha llamado a ser el Grinch. Después de todo, Jesús es la razón de las Fiestas. Dedíquese más bien a mostrar Compasión a otras personas. Eso es lo que haría Jesús.

Sé de personas, familias e iglesias que están haciendo cosas como las siguientes:

1.         Patrocinar una familia de refugiados

2.         Preparar un banquete para familias que pasan hambre

3.         Organizar una recolección de prendas de abrigo.

4.         Coordinar una recolección de juguetes para niños necesitados (su oficina de correos tiene miles de cartas que los niños enviaron a Papá Noel y, a menos que usted haga algo, esos pedidos jamás se harán realidad).

5.         Visitar a alguien que está solo o que hace poco perdió a un ser querido.

6.         Invitar a una persona sin hogar para tomar una sopa o comer pizza en un restaurante.

7.         Entonar cánticos sobre el nacimiento de Jesús con su grupo de jóvenes en una esquina transitada de la ciudad.

8.         Visitar la sección de enfermos oncológicos de un hospital.

9.         Visitar la Sala de Espera de la Sala de Emergencias de un hospital durante altas horas de la noche para compartir abrazos y un chocolate caliente.

10.       Planificar una visita a una cárcel local.

11.       Enviar galletas y un buen libro a un soldado estacionado en el extranjero.

12.       Visitar familias y empresas acaudaladas solicitando que se asocien con su iglesia para patrocinar a una familia necesitada.

13.       Invitar a los vecinos para comer el postre juntos.

14.       Invitar a estudiantes universitarios, que no pueden ir a sus casas para las Fiestas, a una cena de Navidad.

15.       Organizar un Grupo Pequeño de Manejo del Duelo para personas que han perdido a sus seres queridos y los extrañan más que nunca durante el período de las Fiestas.

Si usted, su familia y su iglesia no han planeado hacer algo por alguna persona, por favor, tómese un momento, piense en ello, y no permita que este período de las Fiestas pase sin que usted sea los Ojos, el Corazón, las Manos y los Pies de Cristo para alguien que lo necesita. Hoy día también es un momento excelente para comenzar a planificar para el año próximo, no solo para la Navidad, sino para cada mes del año. Hagamos de 2020 un año de Compasión para nuestra vida personal, nuestros hogares, iglesias y comunidades.

Y recuerde: “Por cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis” (Jesús).

El pastor José Cortés Jr., es director asociado de la Asociación Ministerial y está al frente de Evangelismo, Plantación de Iglesias y Misión Global/Adventista de la División Norteamericana de la Iglesia Adventista del Séptimo Día.

Previous
Previous

¿Por Que Necesitamos Establecer Blancos o Metas?

Next
Next

Creciendo Jóvenes Adventistas: Mejores Juntos